Los textos literarios se diferencian de otros, en primer lugar, por su intención comunicativa, predominantemente estética, es decir, artística, por lo tanto el lenguaje utilizado es poético y connotativo, lo que quiere decir que adquiere pluralidad de sentidos.
En ellos se crea un mundo de ficción, sustentado en la imaginación, Independiente de su aproximación a la realidad. Los hechos o acontecimientos que se presentan deben ser posibles dentro de esa historia ficticia.
En su proceso de creación, los textos literarios se ajustan a determinados modelos, los cuales determinan el género al que pertenecen: así, una obra literaria puede pertenecer al género lírico, al género narrativo o al género dramático.